jueves, marzo 29, 2007

Eso.Tan sólo eso.Nada más

Pasa que la angustia requiere de su constante apariencia. En momentos sin que sea necesaria, ahí está otra vez, se que es uno quien la formula, sin embargo creo que a veces me sobrepasa. Basta sólo con un suceso para que mi pecho, bajo el cuello, arriba de mis pechos se hunda. Sube lenta y rápidamente por la garganta, hasta casi salir por la boca, como si fuese un amargo objeto que nos hayamos tragado y ahora intenta salir.
Me carga aguantar su representación, el llanto, la pena. Me carga.
Cuando quiero hablar y está sensación de la garganta quiere subir y subir y no
hago más que tragar y respirar para que baje.
Es desagradable.
Reprimir el sentimiento, tanto que arde la garganta y el pecho, y aún aunque uno no lo quiera salta el agua por los ojos. No te preguntarán, si no más bien bailarán por tus mejillas, con la confianza de que fueran una parte de ellas mismas.
Ahí duele el pecho. Ahí duele la garganta. Ahí duele más adentro que el pecho.
Duele. Te hace sentir mal.
En mi no es un buen sentir.
No me gusta aguantar un llanto. Como tragarse una herida, un rasguño, moretones quizás es.

Antes de este día, antes de que estuviera un tanto iluminado, cuando el cielo estaba negro y con chinches brillosos, fue más bien cansancio e inseguridad.
Cansancio e inseguridad. No hice más que gritar. Es por el sentimiento de inferioridad, de impotencia. Aquí nadie lo siente. Mucho menos (sin rencor) lo imaginan. Creo que no suelen imaginar las cosas.Y aquí estoy yo, con mi ego, que trata de pasar inadvertido, pero no sabe que yo ya lo he estado observando.
Ego e inseguridad provocan la angustia amarga y caliente.
La angustia.Me pregunto como soy, como me ven, si tengo esencia, si tengo algo, si no soy nadie. Me importa. Y si peleo, tan ególatra es mi sentimiento, que me duele el que me tengan rencor, piensen mal de mí, sientan una mala sensación conmigo. Porque creo no haber nunca querido lograr ese sentimiento en los demás.Lo he hecho. Pero realmente no he querido.Es la máscara, que sale para múltiples y miles de ocasiones. Las acciones quizás provengan del estilo de ella.
¿Y nuestro estilo?
Y todos queremos uno.
Yo quiero uno.

Aquí en este lugar es más difícil.
Resulta difícil.
Ser como allá y allá, pero aquí.
Es el problema, en este lugar se suele no ver nada, yo tampoco veo.
Es mi inútil y constante sentimiento. El de recuperar o parir una visión dentro de este espacio. Me da pena.
Que no se noten las esencias.Que no vean la mía.
Que de corazón, el que esta adentro, nada se comparta.
Que no vean que mi sentimiento es positivo.
Que no noten mis características.
Que no se reflexione y se vivan los días como quien respira diariamente.
Palabras escasas.
Interés por comprensión del sentimiento ajeno nulo. Y es lo que mas triste me pone. Aún no lo comprendo. Tan triste me pone.
Desinterés, no lo entiendo.Lo encuentro en los lugares más remotos, menos en este.
Por suerte paseo por otros lados. O si no mi seguridad, que ya es baja ( subirá, subirá …) estaría por el suelo…muy abajo.
Es el motivo. No veo otra explicación.Es el motivo de no estar segura.
Nunca lo estoy.
El órgano masculino que contribuyó a mi nacimiento es escaso de palabras, de expresiones, y llega un momento en que la propia imaginación se cansa.Se cansa de imaginar lo que el otro no te dice, crees saber lo que es, y a falta de tenerlo frente a tus ojos, de una demostración, lo imaginas.

Me duele tener que imaginarlo, y no poder sentirlo.Es tan fácil. Pero no está.

Puesto que salgo de aquí imaginando. Imaginando todo, sentimientos ajenos, visión del resto hacia mi.Lo que para todos resultará lo más normal, pues deben ser escasos los espacios en que todo sea perfecto.
Pues este simple ejercicio de una construcción personal, me cuesta inmensamente. No me deja tranquila nunca.
Me pregunto, cuándo estaré más o menos tranquila.

Se pueden ver los muchos egos que andan por aquí.El mío por sobre todo, si no, no veo otra explicación para siempre cuestionarme todo sobre mi persona. Angustiarme y sentir mucha pena por eso.
Por mi persona.
Que malo está.

Entre la inseguridad y el Ego.































El cuerponadamás