Dicen Santa.
Fríamente paralizada para descascararme, sonreírte y volver al estupor.
Prende mis cabellos que rápido se incendiarán derritiendo esta piel dura.
Me calcino frente a tu filmadora.
Armonía escúpeme. Cebolla frente al televisor.
Sucedes tú.
-
Dices que mis pequeños pasos no alcanzarán tus zancadas.
Quédame pensar entonces que retrocediste en mares. Remaste en reversa y diste con mis tramos. Desde hace un tiempo que a prisa no iban. Te escribían. Imaginamos que escuchabas mi piel abdominal. Deditos coloreando al azar. Y no tan así. Consiguiendo abrazar a la luna. Eventual y acaso casual será como te largues. Azaroso como fue pensarte en mi tinta. Por qué protestar entonces si son constelaciones inexactas.